Estados Unidos. Se estima que el mercado de turbocompresores para automóviles crecerá de 15,2 mil millones de dólares en 2024 a 22,9 mil millones de dólares en 2030 con una TCAC del 7,1 % durante el período de previsión, según un nuevo informe de MarketsandMarkets™.
El crecimiento de la industria de turbocompresores para automóviles se atribuye a la creciente demanda de motores de bajo consumo sin comprometer el rendimiento. Las estrictas normas de emisiones en todo el mundo están empujando a los fabricantes de automóviles a adoptar la tecnología de turbocompresión.
La demanda de turbocompresores eléctricos (e-turbocompresores), también crecerá, ya que ofrecen una solución para eliminar el retardo del turbo al tiempo que proporcionan ventajas de rendimiento adicionales. Aplicados a motores diésel, estos e-turbocompresores podrían reducir las emisiones de NOx hasta un 20 %.
Además, el aumento de la rigurosidad de los límites de emisiones en los vehículos de gasolina impulsará la demanda de turbocompresores de gasolina en los próximos años.
Se prevé que los turbocompresores VGT sean el segmento más importante durante el periodo de previsión.
Los turbocompresores VGT ofrecen varias ventajas, como la minimización del retardo del turbo y el control preciso de la sobrealimentación en función de la carga y el régimen del motor. Por ello, se utilizan ampliamente en todo el mundo para mejorar el rendimiento del motor, aumentar la eficiencia del combustible y cumplir las estrictas normativas sobre emisiones.
Gracias a su versatilidad, los turbocompresores VGT están muy extendidos en todo tipo de vehículos, desde turismos y vehículos comerciales hasta camiones pesados y autobuses. Los principales actores, como BorgWarner Inc., Garrett Motion Inc. y Cummins Turbo Technologies, están invirtiendo en mejorar el rendimiento de la tecnología VGT mediante la integración de sofisticadas unidades de control electrónico (ECU) para mejorar el rendimiento, la eficiencia y la fiabilidad.
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